El 6 de noviembre celebramos el Día de la Iglesia Diocesana,
un día de fiesta y acción de gracias porque juntos logramos una
parroquia viva, apasionada por Jesucristo y entregada a los
demás. Una realidad posible, como muestra esta publicación,
gracias al tiempo, las cualidades, la oración y el apoyo económico
de todo el pueblo de Dios.
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