El pasado domingo 19 de marzo tuvimos la alegría inmensa de acoger en nuestra parroquia, en la iglesia de Santa Clara, la Eucaristía que ponía broche final al retiro de Effetá que se ha celebrado en el Atazar durante todo el fin de semana con jóvenes de entre 18 y 30 años pertenecientes a la vicaría VI. En él han participado varios jóvenes de nuestra parroquia del Rosario, y queremos compartir aquí algunos de sus testimonios:
Rocío: “Los jóvenes dentro de la iglesia, cuando escuchamos “effetá” nos surgen miles de preguntas acerca del misterioso secreto que guarda este retiro de jóvenes del que tanto se habla, pero del que nadie dice nada. Tan solo nos presentaron un lema: “abrir el corazón”.
Este es el lema de Effetá, un retiro para jóvenes de entre 18 a 30 años en el que hemos podido compartir un fin de semana lleno de emociones y sentimientos, donde hemos sentido a nuestro Padre como nunca antes.
Con plena confianza en el Señor y a ciegas nos adentrábamos en el Atazar, donde conocimos a jóvenes tan entregados a que sintiéramos a Jesús como ellos una vez lo hicieron, cuando hicieron Effetá (ellos eran nuestros servidores). Estas personas han estado a nuestro lado y nos han abierto su corazón y hemos podido conocer las historias de muchos de ellos, donde Dios se había hecho presente en sus vidas. Al igual que ellos, Effetá te invita a abrir el corazón y a dejar que Dios habite en él. En grupos reducidos con gente desconocida para nosotras pudimos también abrir nuestros corazones.
Personalmente iba asustada y nerviosa a este retiro, no sabía qué íbamos a hacer ahí y qué era lo que el Señor tenía preparado para mí este fin de semana. Sin duda (y como siempre), Él nos sorprende, y me ha tocado el corazón de una manera que hacía tiempo que no sentía.
Invito a todos los jóvenes a ir a este retiro, además es increíble compartir tantos momentos con jóvenes como tú, inquietos por la fe. Entiendo perfectamente porque nadie quiere decir nada de este retiro ya que contarlo no es lo mismo que vivirlo”
Marina nos cuenta: “La primer vez que me ofrecieron ir al retiro, no lo hice y me quedé con las ganas. Esta vez no desaproveché la oportunidad y no he podido tomar mejor decisión. Vengo renovada espiritualmente, con el corazón sanado. Effetá es amor, Effetá es vida, Effeta es Cristo en su máximo esplendor”.
1 Comentario
Estoy muy sorprendido de ver como la espiritualidad franciscana ha acogido este movimiento. Me parece increíble que en esta parroquia se potencie este tipo de grupos tan ajenos a lo que los franciscanos han ido trasmitiendo en este barrio, una espiritualidad diversa, inclusiva y social.
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