¡La gran fecha ha llegado!
El día más esperado en nuestro ser ha llegado y se ha manifestado en un sinfín de sentimientos y virtudes derramadas por el Espíritu Santo, con la gracia del Padre y del Hijo. Han sido unas intensas y muy fructíferas reuniones con nuestros catequistas para la preparación y luego celebración, este domingo 4 de febrero, de la preciosa Eucaristía de Confirmación presidida por nuestro Vicario Episcopal Don Gabriel Casanova y la gran asamblea parroquial como comunidad y parroquia viva.
Todo un viaje emocionante y lleno de significado se ve reflejado en nuestra gran ceremonia, desde el primer momento de preparación hasta el instante mismo de poder recibir el maravilloso Sacramento y congraciarnos con Jesús; cada uno de nuestros pasos ha estado impregnado de una mezcla de emociones abrumadora, de un olor tan especial como el mismo incienso, purificador, que nos recuerda que Dios ha estado con nosotros y lo seguirá estando, nunca suelta nuestras manos.
La constante oración, mezclada con los nervios palpables de nuestro encuentro y la certeza de seguir queriendo estar junto a Él, nos ha hecho entender la inmensa responsabilidad de aceptar plenamente el compromiso con nuestra fe, de ser verdaderos discípulos de Dios, compartir sus palabras, llenar el mundo de su amor que ahora está en todos nosotros y de vivir de acuerdo con sus enseñanzas.
Solo hay palabras de agradecimiento que inundan nuestros corazones por tan inimaginable oportunidad, por las inacabables enseñanzas de Fray Jesús Mari y Luisa como nuestros catequistas, enseñanzas que corrían como ríos llenos de sabiduría y amor, logrando calar en cada uno de nosotros, incluso en aquellas fibras más recónditas que ni imaginábamos que existían en nosotros. Gratitud por nuestras familias que han cedido parte de los domingos para que pudiésemos realizar nuestro camino, gratitud a toda la comunidad Franciscana, a Don Gabriel Casanova y a nuestra iglesia que palpita, que somos todos nosotros.
El gran regalo de la fe y el amor han llegado, abramos nuestros corazones para recibirlo.
¡ALEGRAOS TODOS VOSOTROS PORQUE EL SEÑOR ESTÁ AÚN MÁS CERCA!
Camilo Bolaños
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