La Pascua Franciscana recién celebrada en las instalaciones del colegio San Buenaventura ha vuelto a ser un éxito de participación: casi 150 personas entre niños, jóvenes y adultos. Experiencias y, sobre todo, fe compartida.
Este año de la mano de San Francisco, hemos vivido el profundo acompañamiento de Jesús, desde el jueves con la institución de la Eucaristía, pasando al viernes con la adoración de la cruz y al sábado con su silencio expectante, para llegar a la enorme alegría de la Resurrección en la Vigilia Pascual en la noche del sábado y la celebración festiva del domingo. Sin duda, de las heridas renace la vida.
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